Este periodo de confinamiento está siendo duro para todos, en especial para los que tenéis hijos pequeños, sois nuestros héroes, ya seáis padres de alumnos o profesores. Por si os sirve de consuelo y de ánimo, en este caso tenemos varios testimonios de cómo lo llevan algunos de ellos, nuestros super-profesores.
Yoli Navarro | Tutora 3º de infantil
En este paréntesis, no sabemos si grande o pequeño, nuestras vidas han dado un giro de 180º que no quiere decir que se hayan parado. Como maestra de ed. infantil, tengo 28 alumnos, 28 niños y niñas en mis manos, y por ello 56 padres, porque ellos son una prolongación necesaria e imprescindible de mi aula. Para afrontar este cambio tan inesperado, hemos querido seguir atendiendo personalmente, continuar con su aprendizaje, seguir creciendo como personitas en sus hábitos y valores. En una entrega para que en lo extraordinario de cada jornada puedan llevarlo a cabo; planteamos tareas, damos ideas, ofrecemos recursos de manera diaria…
También nos preocupa sus familias, por ello nuestra implicación va mucho más allá de lo académico, y nos interesamos por cada una de ellas. En estas semanas he podido ver como escuela y familia pueden estar conectados hasta en la distancia. Podemos seguir creciendo juntos, y ofrecer la excelencia académica y humana que perseguimos. Como madre y profesional , estamos viviendo un momento donde tener que compaginar las tareas del hogar, la crianza de los hijos , y desempeñar nuestra profesión nos está haciendo más flexibles, organizados, solidarios y pacientes. Hemos ralentizado nuestros tiempos, es momento de poner nuestras vidas “patas arriba” y caer en la cuenta de lo que de verdad importa. El orden y el valor de las cosas, la unidad de la familia. Desde el colegio seguiremos tendiendo la mano, apoyando, escuchando, comprendiendo y dando cariño a nuestras familias. Juntos saldremos de esta.
Daniel Jiménez | Tutor 3º Primaria
“Una sociedad sabe lo que vale, cuando es capaz de enfrentarse a un reto y superarlo”
Esta cita, obtenida de un libro que en la mayoría de las bibliotecas pasa desapercibido; es un fiel reflejo de la situación actual que atraviesa nuestro país. Nos enfrentamos a unas circunstancias que exigen de nosotros un esfuerzo mayor, que, en ocasiones, somos incapaces de dar. Estoy hablando del personal sanitario, del repartidor a domicilio, los agentes de seguridad, los políticos, los profesores y un largo etcétera.
¿Y cómo hacemos? Pues te puedo hablar de lo que sé. Los profesores, procuramos que todos nuestros alumnos sigan haciendo exactamente lo mismo. Tratamos de que ellos sigan formándose, mejorando sus habilidades y perfeccionando sus conocimientos.
Desde por la mañana que nos sentamos en frente de una pantalla en vez de en frente de una clase, procuramos que todos nuestros alumnos y familias, estén recibiendo los contenidos y las explicaciones diarias por medio de las nuevas tecnologías. Una webcam, una pantalla, un IPad o un móvil, sustituyen a la pizarra y el borrador de toda la vida.
Tratamos de resolver lo antes posible las dudas que no envían por email y creamos espacio de comunidad y debate donde ellos pueden seguir en contacto con sus compañeros. Es decir, tratamos de llevar a las pantallas la vida que tenían antes de que todo cambiara. Tampoco nos olvidamos del deporte, tenemos la suerte de que nuestros profesores de gimnasia son muy dados al público virtual, se graban en sus casas haciendo el deporte que
tanto ayuda después a nuestros hijos a desfogar dentro de cuatro paredes.
Y este es nuestro granito de arena, ayudar a que el resto puedan seguir poniendo el suyo desde casa, porque para nosotros, una escuela sólo necesita un niño con ganas de aprender.